viernes, 6 de mayo de 2011

COOKIES DE AVENA



Estas cookies de avena fueron un regalo del destino.
Soy muy fana de las cookies, de todo tipo, de toda cosa.
Dentro de las que no califican como las típicas cookies made in USA con chocolat chips y 7 kilos de manteca (hoy asiduas invitadas a las vidrieras palermers), hay una línea que se vende en las dietéticas que me gustan particularmente.  Un día, hace tiempo ya, mi mamá vino con el dato. Había probado en la casa de una amiga unas de café y otras de miel y avena, y desde entonces las adoptamos en todas sus variedades. Mis preferidas siempre fueron las de miel y avena por su asombroso nivel de crocantez. Absolutamente deliciosas. Pero hoy las venden en paquetes de 4 (antes eran 6) al descabellado precio de $9,50. No da!
Así que un buen día decidí que tenía que aprender a hacerlas yo.
Y entonces un sábado lluvioso empecé a buscar una receta en internet. De tooodas las que encontré, quedaron tres finalistas: una de Maru Botana y otras dos que no se metían con productos ni raros ni caros. Y con eso en mente me fui al supermercado a comprar lo que me faltaba. Changuito en mano, cuando ya no quedaba nada por decidir di con una caja de azúcar rubia que en la parte de atrás… tenía una receta de cookies de avena de Osvaldo Gross!! In Osvaldo Gross we trust!
Creo que me reí cuando la vi. Y con cara de querer contarle mi feliz encuentro a mis compañeras de fila, volví entusiasmadísima a mi casa a prender el horno.
Amamos a Gross, confiamos en Gross… pero su receta un poquito la tuve que cambiar, porque él le ponía canela, confites, nueces y pasas y a mí me parecía un poco too much para lo que estaba buscando…

Y así quedó mi versión de la RECETA:
100 manteca
200 azúcar (yo les pongo azúcar negra)
1 huevo
100 harina
125 avena
1 pizca de Bicarbonato de sodio
1 pizca de sal fina
100 de chips de chocolate

Batir el azúcar con la manteca. Incorporar el huevo. Unir al batido la harina, la sal y el bicarbonato tamizados. Incorporar la avena y el chocolate. Guardar la mezcla en la heladera por una hora aprox. Cuando ya esté frio, separar porciones del tamaño de una cucharita y hornear en una fuente enmantecada (es importante dejar mucho espacio porque se esparcen un montón) a fuego medio-bajo por unos 10-15 minutos.


Ya las hice varias veces, metódica o atolondradamente, midiendo o no la cantidad de avena, y siempre quedaron genial: super crocantes y gustosas. Eso si, cuidado que no se quemen!

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